¿Qué pasa cuando alguien no puede sentir nada?
¿Puede una vida sin emociones seguir siendo humana? ¿Puede construirse un lazo sin que medie el afecto, el enojo o la tristeza? Almendra se atreve a explorar ese terreno extraño entre lo humano y lo ausente, a través de los ojos de un protagonista que no puede sentir —y que, aun así, intenta comprender el mundo.
📖 Datos del libro
Título completo: Almendra
Autor/a: Won-Pyung Sohn
Editorial y año: Océano Gran Travesía, 2017
Traducción: Sunme Yoon
Páginas: 256
Género: Novela contemporánea, coming of age
🧵 De qué va (sin spoilers)
Yunjae es un adolescente diagnosticado con alexitimia, un trastorno neurológico que le impide identificar y expresar emociones. Su mundo está cuidadosamente contenido, con rutinas estrictas y una madre que ha hecho todo lo posible por enseñarle qué se espera en cada situación emocional. Pero todo cambia el día que la violencia irrumpe en su vida y lo obliga a enfrentar el dolor sin saber cómo nombrarlo.
La novela no solo retrata la frialdad emocional desde la mirada de quien la vive, sino que también pregunta: ¿cómo sobrevivimos cuando no sabemos cómo sentir? Y ¿cómo nos leen los otros cuando nuestras emociones no siguen el guion esperado?
💥 Lo que más me impactó
Las emociones como brújula (aunque estén apagadas)
Me hizo pensar en cómo lo que sentimos nos da sentido y nos orienta en decisiones diarias. Yunjae, en cambio, navega el mundo sin ese mapa emocional, y su proceso de toma de decisiones —aunque lento o extraño— no deja de ser profundamente humano.La figura de la abuela
Aunque aparece poco, me pareció el personaje que más guía a Yunjae, incluso en ausencia. Representa un amor tierno pero firme, que no depende de grandes gestos, sino de constancia y cuidado. En una novela que trata sobre la frialdad emocional, su presencia fue un refugio.Las escenas de violencia
No me las esperaba tan gráficas. Aunque entiendo su función narrativa —el detonante de la transformación del personaje y la introducción del conflicto principal—, no estoy segura de que fueran necesarias en ese nivel de detalle. Quizás por el público juvenil al que parece apuntar el libro, se justifican; pero aún así, me sacaron un poco del tono general.
👥 ¿Para quién es este libro?
Para lectoras y lectores que buscan una novela reflexiva, ligera pero con profundidad, ideal si quieren empezar a leer autores asiáticos. Es accesible, incluso para jóvenes lectores, y puede ser una buena puerta de entrada a temas complejos como la neurodivergencia, el duelo, y la empatía.
🪞 Lo que me dejó
Siento que el final se queda corto. No porque no cierre el arco, sino porque da la impresión de que la historia de Yunjae tenía un potencial más alto. La autora lo explica en los agradecimientos, pero creo que tomó el camino más sencillo en lugar del más honesto. He hablado con otras lectoras y lectores, no somos pocas las que nos quedamos con esa sensación.
Aun así, me dejó pensando en lo esencial: ¿qué pasaría con una persona como Yunjae si no tuviera a nadie? Si no fuera por los favores que su madre pidió antes de aquel suceso, por la amistad que surge casi de milagro, o por esa red invisible que lo sostiene, ¿habría podido encontrar su lugar?
Y quizás la pregunta más fuerte: ¿la empatía es algo que se siente o algo que se decide?
En esta historia, parece ser lo segundo.
💌 ¿Ya lo leíste?
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